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Cuando pensamos en ortodoncia, es común asociarla únicamente con brackets o alineadores transparentes, pero en ciertos casos más complejos, los tratamientos de ortodoncia pueden necesitar el apoyo de una cirugía maxilar para obtener resultados óptimos. La cirugía maxilar o cirugía ortognática es un procedimiento clave que se realiza para corregir problemas esqueléticos graves que no pueden ser resueltos solo con la alineación de los dientes.

Si te estás preguntando si este tipo de cirugía es necesaria en tu caso o simplemente quieres conocer más sobre el proceso, en este artículo te explicamos cuándo se necesita la cirugía maxilar dentro de un tratamiento de ortodoncia, cuáles son sus beneficios y cómo puede mejorar tanto la estética como la funcionalidad de tu sonrisa.

 

¿Qué es la cirugía maxilar?

La cirugía maxilar o cirugía ortognática es un procedimiento quirúrgico que corrige las irregularidades esqueléticas de los maxilares. Está diseñada para alinear adecuadamente las mandíbulas y mejorar la mordida, al tiempo que se resuelven problemas estéticos y funcionales relacionados con la desalineación severa de los huesos de la cara.

Este tipo de intervención se utiliza cuando el problema no puede ser corregido con ortodoncia por sí sola, ya que en estos casos el origen de la desalineación no está solo en la posición de los dientes, sino en la estructura ósea de las mandíbulas. Por ello, la cirugía maxilar es el complemento ideal para conseguir una sonrisa funcional y estéticamente equilibrada.

 

¿Cuándo se necesita la cirugía maxilar en el proceso de ortodoncia?

No todos los pacientes que reciben ortodoncia necesitan cirugía maxilar, pero hay ciertos casos en los que es imprescindible para alcanzar los resultados deseados. A continuación, te mostramos las situaciones más comunes en las que este tipo de cirugía es necesaria:

  1. Desarmonías esqueléticas severas
    Cuando existe una diferencia significativa entre el tamaño o la posición de la mandíbula superior (maxilar) y la mandíbula inferior (mandíbula), la ortodoncia sola no puede corregir el problema. En estos casos, se requiere cirugía para mover y reposicionar los huesos maxilares, logrando una alineación adecuada.
  2. Mordidas abiertas o cruzadas graves
    Si tu mordida abierta o cruzada es el resultado de una discrepancia en la estructura de los huesos de la mandíbula, los brackets o alineadores no serán suficientes para corregirla. La cirugía maxilar puede reposicionar la mandíbula para corregir la mordida y mejorar tanto la estética como la funcionalidad.
  3. Dificultades funcionales al masticar, hablar o respirar
    Algunas personas tienen dificultades para masticar, hablar o incluso respirar correctamente debido a una mala alineación de las mandíbulas. En estos casos, la cirugía maxilar puede ser necesaria no solo para mejorar la estética, sino también para solucionar estos problemas funcionales y mejorar la calidad de vida.
  4. Prognatismo o retrognatismo severo
    El prognatismo ocurre cuando la mandíbula inferior está demasiado adelantada en relación con el maxilar superior, mientras que el retrognatismo es cuando la mandíbula inferior está demasiado atrás. Ambos casos pueden causar problemas en la mordida y en la apariencia facial. La cirugía maxilar corrige estas desarmonías esqueléticas para lograr una alineación equilibrada entre ambas mandíbulas.
  5. Preparación para la colocación de implantes dentales
    En pacientes que han perdido dientes y necesitan implantes, puede ser necesario corregir la estructura ósea mediante cirugía maxilar antes de la colocación de los implantes. Esto garantiza una base adecuada para los implantes y mejora la estabilidad y durabilidad de las restauraciones dentales.

 

¿Cómo se determina la necesidad de cirugía maxilar?

Para determinar si la cirugía maxilar es necesaria, es imprescindible una evaluación completa por parte de un ortodoncista y un cirujano maxilofacial. El proceso comienza con una serie de exámenes clínicos y radiográficos que permiten analizar la alineación de tus mandíbulas y su relación con los dientes. Algunas de las herramientas utilizadas en esta evaluación incluyen:

  1. Radiografías y escáneres 3D
    Estas imágenes permiten a los especialistas examinar las estructuras óseas y la alineación de las mandíbulas en detalle. Con esta información, el ortodoncista y el cirujano pueden planificar el tratamiento de manera precisa y determinar si la cirugía es necesaria.
  2. Modelos dentales y simulaciones digitales
    Los modelos de tus dientes pueden ser creados para observar la forma en que encajan tus mandíbulas. En muchos casos, se utilizan simulaciones digitales para mostrarte cómo quedarán tus mandíbulas después de la cirugía, lo que te ayudará a visualizar el resultado final del tratamiento.
  3. Evaluación funcional
    Además de evaluar la estética y la alineación ósea, se realizará una evaluación funcional para determinar si existen problemas relacionados con la mordida, la masticación o la respiración que deban corregirse a través de la cirugía.

 

Beneficios de la cirugía maxilar en ortodoncia

Optar por una cirugía maxilar dentro de un tratamiento de ortodoncia puede ofrecer múltiples beneficios, tanto funcionales como estéticos. Aquí te mostramos algunos de los más importantes:

  1. Mejora funcional
    Uno de los mayores beneficios de la cirugía maxilar es que no solo mejora la apariencia de tu sonrisa, sino que también corrige problemas funcionales graves. Esto incluye mejoras en la mordida, la masticación, el habla e incluso la respiración en algunos casos.
  2. Resultados estéticos notables
    La cirugía maxilar puede tener un impacto significativo en la apariencia de tu rostro, ya que corrige las desarmonías entre las mandíbulas. Esto puede mejorar la simetría facial y darle un aspecto más equilibrado a tu rostro.
  3. Solución a largo plazo
    A diferencia de los tratamientos que solo se enfocan en los dientes, la cirugía maxilar corrige la base estructural de tu mandíbula. Esto significa que los resultados son más estables y duraderos, lo que reduce el riesgo de que los problemas vuelvan a aparecer en el futuro.
  4. Corrección de problemas respiratorios
    En algunos casos, los problemas de alineación maxilar pueden afectar la capacidad para respirar correctamente, especialmente durante el sueño (apnea del sueño). La cirugía maxilar puede abrir las vías respiratorias y mejorar significativamente la calidad de tu respiración.

 

El proceso de tratamiento: desde la planificación hasta la recuperación

El proceso de tratamiento, que incluye cirugía maxilar y ortodoncia, sigue varias etapas que son cruciales para garantizar un resultado exitoso. A continuación, te explicamos cada una de ellas:

  1. Planificación del tratamiento
    Una vez que se ha determinado que necesitas cirugía maxilar, el ortodoncista y el cirujano maxilofacial trabajarán juntos para diseñar un plan de tratamiento detallado. Durante esta etapa, se analizarán todas las imágenes y modelos, y se determinará el momento ideal para la cirugía.
  2. Tratamiento ortodóntico previo a la cirugía
    En la mayoría de los casos, se te colocarán brackets o alineadores antes de la cirugía. El objetivo de este tratamiento es mover los dientes a una posición adecuada para que, después de la cirugía, puedan encajar correctamente en las mandíbulas realineadas.
  3. La cirugía maxilar
    La cirugía maxilar se realiza bajo anestesia general en un hospital o clínica especializada. Durante el procedimiento, el cirujano hará incisiones dentro de la boca para acceder a los huesos de la mandíbula, por lo que no habrá cicatrices visibles en el rostro. Dependiendo del tipo de cirugía, los huesos maxilares se cortarán y reposicionarán según lo planificado, y se fijarán con placas y tornillos de titanio. La cirugía puede durar varias horas, dependiendo de la complejidad del caso, y generalmente se requiere una estancia en el hospital de uno o dos días para la recuperación inicial.
  1. Recuperación postoperatoria
    La recuperación completa de una cirugía maxilar puede tomar varias semanas. Durante este tiempo, es esencial seguir todas las instrucciones del cirujano, que pueden incluir una dieta blanda, restricciones en actividades físicas y el uso de analgésicos para controlar el dolor y la inflamación. Además, se programarán visitas de seguimiento para monitorear el proceso de cicatrización y realizar ajustes si es necesario.
  2. Tratamiento ortodóntico postoperatorio
    Después de la cirugía, el tratamiento ortodóntico continúa para mover los dientes a su posición final en las nuevas mandíbulas realineadas. Este tratamiento puede durar varios meses más, dependiendo de la situación individual de cada paciente.

 

Consideraciones y riesgos de la cirugía maxilar

Como cualquier procedimiento quirúrgico, la cirugía maxilar conlleva ciertos riesgos que deben tenerse en cuenta antes de tomar una decisión. Algunos de los posibles riesgos incluyen:

Sin embargo, es importante destacar que la cirugía maxilar es un procedimiento común y seguro cuando es realizado por cirujanos maxilofaciales experimentados. La mayoría de los pacientes experimentan una recuperación exitosa y logran resultados altamente satisfactorios tanto en términos estéticos como funcionales.

 

Si crees que la cirugía maxilar puede ser la solución a los problemas de alineación de tus mandíbulas o simplemente quieres obtener más información sobre este tratamiento, en Ortodoncia M Follana estamos aquí para ayudarte. Nuestro equipo de especialistas en ortodoncia y cirugía maxilofacial trabajará contigo para crear un plan de tratamiento personalizado que te permita obtener una sonrisa más equilibrada y funcional. ¡Tu sonrisa y tu salud bucal merecen lo mejor!